
Ya en 2012 y ayer, la ministra de Trabajo Fátima Báñez agradeció el “regalo adicional” de la virgen del Rocío “en nuestra salida de la crisis”. No hay testimonios escritos o gráficos, pero hay rumores (¡el rumor es la antesala de la noticia!) de que la inspiradora de la Reforma Laboral, santo y seña de la creación de empleo, es la sacrosanta Virgen. Y, como no podía ser de otra manera, a Susana Díaz se le corroen las entrañas, siendo muy probable que en la próxima romería, montada en carreta y farolillos, se encomiende a la Virgen en su ardua tarea de convertirse en la mandamás de lo que queda del Psoe.
Y ahora, la todavía Ministra del ramo, propuso este lunes en el Congreso un pacto político y social para que la jornada laboral acabe a las seis de la tarde. Y se la ve contenta y muy satisfecha en el País de las Maravillas. Esta señora ¿tiene idea de como funciona nuestro mercado laboral? En las grandes factorías industriales rige el horario intensivo y el trabajo por turnos. Pero el sector productivo en nuestro país, y mucho más en nuestra Comunidad, se fundamenta básicamente en los servicios. Y en tal sector, del comercio al turismo, es imposible hoy por hoy (y me temo que mañana y pasado) finalizar la jornada laboral a las 18. Sin pasar por alto que, a pesar de los optimistas datos de crecimiento económico, sigue dominando el empleo temporal y el precario con el consiguiente índice de paro en los largos meses otoñales e invernales.
Propongo hacer una romería a nuestra Virgen de Lluc, nuestra paisana, con el ruego de que conecte con su congénere, la Virgen del Rocío, para explicarle “eso” llamado Reforma Laboral, empleo cutre y despido barato. Y, si cabe, que se lo susurre en las dulces orejillas de su fiel devota, Fátima Báñez.